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Educación Intercultural Bilingüe: México

Diversidad e inclusión en las escuelas indígenas a través del modelo de educación intercultural bilingüe de México

6 de junio de 2023
Autor: Laura María Rojas Morales

En la década de 1990, México implantó la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en todo su sistema educativo para proporcionar una educación cultural y lingüísticamente inclusiva a los grupos históricamente marginados. La OIE tiene como objetivo promover el uso de las lenguas indígenas en las escuelas, el respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural de México, al tiempo que se incrementan las oportunidades educativas equitativas. En 2019, más de 22.000 escuelas indígenas adoptaron la OIE, y se avanzó en la elaboración de normas curriculares para la educación preescolar y primaria.

México tiene 68 grupos étnicos y 11,8 millones de indígenas, de los cuales 7,1 millones de personas hablan una lengua indígena (68 lenguas habladas por el 6,1% de la población total).1 Las minorías étnicas y las poblaciones indígenas se han enfrentado a una larga historia de discriminación y exclusión en el país.2 En 2020, el 76,8% de las personas de habla indígena vivían en la pobreza, mientras que el 47% experimentaban retrocesos educativos debido a que no asistían a la educación formal o no alcanzaban los niveles educativos esperados para los grupos de edad.3 En el pasado, la educación centrada en los hispanos se había empleado para asimilar a los grupos indígenas a la cultura no indígena dominante, lo que dio lugar a la exclusión de las lenguas y los sistemas de conocimiento autóctonos dentro del sistema educativo, mermando así las identidades individuales y colectivas de los pueblos indígenas.4

En 1992, se modificó la constitución nacional para definir a México como un país multicultural y multilingüe, proporcionando una mayor participación a los grupos indígenas en los procesos de toma de decisiones relativas al gasto público, en la determinación de sus propios planes de desarrollo y en la capacidad para gobernar sus propios asuntos administrativos y legales.5 Un año después, se aprobó la Ley General de Educación, que promovía la pluralidad lingüística de la nación. En 1997, la educación primaria dirigida a las poblaciones indígenas cambió su denominación de educación bilingüe-bicultural a EIB.

Estas transformaciones se generaron en respuesta a los reclamos de grupos indígenas, académicos y a la presión del movimiento insurgente zapatista que en los años 90 exigió el reconocimiento de los derechos indígenas.6

México adoptó la Educación Intercultural Bilingüe (EIB)7 como modelo educativo oficial que incluye y reconoce las lenguas y culturas indígenas en todo el sistema educativo nacional. La OIE comprende la enseñanza del español y de las lenguas indígenas,8 preservar las tradiciones orales y culturales de las comunidades, promover el respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural de México y proporcionar una educación pertinente a los niños indígenas, afromexicanos y culturalmente diversos de migrantes y trabajadores agrícolas temporales.9

Aplicación

A lo largo de las últimas cuatro décadas, la OIE en México ha evolucionado y se ha transformado.10 Durante la década de 1970, los esfuerzos de los educadores indígenas, unidos en la Alianza Nacional de Profesionales Indígenas Bilingües (ANPIBAC), condujeron a la integración de la educación bicultural y bilingüe en el sistema educativo, dirigida específicamente a los grupos indígenas.

La política de la OIE incluye las siguientes estrategias:

  1. Desarrollar normas curriculares alternativas de preescolar y primaria de la OIE,11 que incluyan principios pedagógicos, objetivos, materiales educativos y formación del profesorado para la enseñanza de las lenguas nativas y la diversidad cultural.12
  2. Proporcionar un programa de asistencia a los niños indígenas, como ayuda para el transporte y alojamiento en las escuelas, comidas y becas para los niños indígenas que lo requieran.13
  3. Instalar clases de lengua y cultura indígenas en las escuelas primarias para facilitar el aprendizaje de las lenguas autóctonas y de la diversidad cultural y étnica del país.
  4. Reforzar las asociaciones entre la escuela y la comunidad mediante la creación de diálogos interculturales (diálogos de saberes) para preservar y transmitir las tradiciones orales y culturales.14
  5. Fortalecer la investigación sobre marcos conceptuales, técnicas de innovación, evaluación de programas y estudios que contribuyan a las políticas educativas de la EIB en el país.15

En 2001 se creó la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe (DGEIIB), dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), para coordinar la incorporación de programas interculturales en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional para toda la población. La DGEIIB trabaja en colaboración con las Secretarías Locales de Educación de los Estados -responsables de implementar planes y programas educativos que respondan a las necesidades y características particulares de sus poblaciones.16 En 2003, se aprobó la Ley de Derechos Lingüísticos, que reconoce el derecho de la población indígena a la educación bilingüe, independientemente del nivel educativo o del tipo de escuela a la que asista.

Coste

El autor no ha podido identificar información sobre el coste o la financiación de la póliza. Sin embargo, desde su creación el coste se ha sufragado principalmente con fondos nacionales, y ha recibido ayuda internacional y préstamos del Banco Mundial.17

Evaluación

En 2012, había unas 10.000 escuelas primarias indígenas que ofrecían el modelo de la EIB a más de 900.000 alumnos, en su mayoría indígenas. En 2019, había 22.766 colegios de la OIE en México. La SEP ha producido más de 500 libros de texto, lecturas y materiales didácticos gratuitos en más de 36 lenguas indígenas.18 En 2019, la clase de Lengua y Cultura Indígena se implementó en nueve de los 32 estados de México. También hay 19 centros de enseñanza secundaria intercultural.19

La universidad pública, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creó un programa de educación superior para promover la investigación sobre la diversidad multicultural y multilingüe en México.20 Además, se crearon 11 universidades interculturales en zonas rurales del país con programas de licenciatura, maestría y doctorado, con un enfoque de educación bilingüe e intercultural que da prioridad a los estudiantes indígenas.21

Entre 1990 y 2010, la diferencia en las tasas de finalización de la enseñanza media entre los jóvenes indígenas y no indígenas se redujo, pasando de nueve puntos porcentuales a sólo dos. Las investigaciones han demostrado que la mayor disponibilidad de escuelas indígenas de la EIB a finales de los años 90 animó a muchos padres indígenas a enviar a sus hijos a la escuela.22

A pesar de los avances, siguen existiendo numerosos retos. Sigue habiendo resultados modestos en las tasas de finalización de estudios secundarios y de acceso a la universidad de los niños indígenas y de minorías étnicas. Según el censo de 2010, sólo el 14% de los jóvenes estudiantes indígenas han terminado la enseñanza secundaria, frente al 25% de los jóvenes no indígenas de este grupo de edad.23 Algunas explicaciones de esta brecha son los índices de pobreza que afectan a las poblaciones indígenas, las malas condiciones de infraestructura de las escuelas a las que asisten estos niños y la insuficiente preparación de los profesores para satisfacer sus necesidades, entre otras.24

Los estudios han demostrado la necesidad de más profesores cualificados, ya que muchos desconocen la política o no hablan la misma lengua que sus alumnos. Los académicos mexicanos también han cuestionado la validez de los exámenes nacionales estandarizados en la lengua mayoritaria para evaluar las habilidades y conocimientos de los estudiantes de minorías lingüísticas.25

En 2019, académicos, activistas y funcionarios públicos se unieron para crear la «Agenda Intercultural para la Educación Nacional» con el fin de abogar por una EIB eficaz para todos, desde la educación básica hasta la superior. El grupo destacó que, en la mayoría de los casos, la OIE sigue centrándose predominantemente en los niños indígenas (principalmente en las escuelas indígenas de preescolar y primaria y en las universidades interculturales).26 Schmelkes, investigador mexicano implicado en el movimiento, cree que es un error no extender la interculturalidad 27 a todos los ciudadanos como medio para abordar el racismo y las desigualdades, y para salvar la brecha entre estudiantes indígenas y no indígenas.28

Referencias

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