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Nuevo Código Familiar: Cuba

El código de familia de Cuba reconoce la diversidad en las familias ampliando los derechos de los niños, las mujeres y las personas LGBTQI+.

6 de junio de 2023
Autor: Laura María Rojas

El Código de las Familias de Cuba (Ley 156 de 2022) pretende hacer frente a la discriminación y ampliar el concepto de familia tradicional, reconociendo la diversidad de las relaciones familiares y domésticas en el país. El nuevo código afirma una amplia gama de derechos y amplía la protección de los niños, las mujeres, los grupos LGBTQI+, los ancianos y las personas con discapacidad. Fue aprobada en 2022 mediante referéndum nacional, sustituyendo a la vigente desde 1975.

En Cuba, la aprobación del nuevo Código de Familia en 2022 marcó un importante punto de inflexión en el país.1 El anterior código de familia aprobado en 1975 (Código de la Familia o Ley 1289 de 1975) sólo reconocía las familias y los matrimonios entre un hombre y una mujer, ignorando muchas realidades de las relaciones domésticas cubanas contemporáneas.2 Por ejemplo, en el pasado, la homosexualidad estaba penalizada y perseguida. Aunque las relaciones entre personas del mismo sexo se legalizaron en 1979, hasta 2022 no se reconocieron el matrimonio y las familias homoparentales.3

El Código de las Familias cubano de 2022 (Ley 156 de 2022) sustituyó a la anterior ley de familia y amplió el concepto de familia nuclear tradicional para reconocer la diversidad de las familias cubanas. La Ley 156 reconoce una amplia gama de derechos a los niños, las mujeres, los grupos LGBTQI+, los ancianos y las personas con discapacidad.4 Por ejemplo, el código reconoce el derecho de todas las personas a formar y organizar una familia según su elección. Legalizó la gestación subrogada, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción. También hizo hincapié en el concepto de «responsabilidad parental» en lugar de «custodia parental», centrándose en garantizar el interés superior del menor.5 La patria potestad se amplió a las estructuras familiares no tradicionales, lo que significa, por ejemplo, que los abuelos y los padrastros también pueden hacerse cargo de los menores.6

La Ley 156 también incorporó directrices para avanzar en la igualdad de género, como el refuerzo de los derechos sexuales y reproductivos, la prevención de la violencia de género y la promoción de la redistribución del trabajo doméstico y de cuidados entre todos los miembros de la familia.7 En virtud de la nueva ley de familia, se prohibieron los castigos corporales y el matrimonio infantil.8

Aplicación

Cuba redactó y aprobó una nueva Constitución en 2019, que incluía protecciones de los derechos humanos.9 La nueva Constitución prohíbe toda forma de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género e incluye el derecho de todas las personas a formar una familia».10 El matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción suscitaron un debate nacional.11 Por ello, el gobierno decidió no abordar explícitamente el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Constitución.12

El 25 de septiembre de 2022, el nuevo Código fue aprobado en referéndum. Alrededor del 67% de los votantes, casi cuatro millones de personas, votaron a favor y aproximadamente el 33%, o dos millones de personas, se opusieron a la medida. 13 El referéndum fue respaldado por el gobierno mediante una fuerte campaña mediática (aunque, el gobierno es propietario de todos los medios de comunicación del país).14 Los movimientos LGBTQI+ y las organizaciones de mujeres apoyaron el nuevo código afirmándolo como una reivindicación de sus derechos.15

Coste

Aún no se han identificado más detalles sobre el coste de la aplicación del nuevo Código de Familia.

Evaluación

Aunque muchos apoyaron las reformas, algunos grupos LGBTQI+ criticaron el referéndum por considerarlo un mecanismo indirecto de aprobación de los derechos de las personas LGBTQI+.16 Argumentaron que los derechos de las minorías y los grupos vulnerables no deberían someterse a una votación popular, ya que los expone al escrutinio público y a la discriminación.17 También expresaron opiniones contrarias grupos conservadores y religiosos, como las iglesias católica y evangélica.18 Algunos grupos argumentaron que el referéndum era una cortina de humo para ocultar la represión y las violaciones de derechos humanos por parte del gobierno. El código se aprobó en medio de una crisis financiera y de crecientes demandas de libertades, derechos y transformaciones políticas y sociales. En 2021, las protestas masivas contra el gobierno se extendieron por toda la isla.19

El impacto total de la aprobación del Código de Familia aún está por determinar, ya que la ley es nueva. Sin embargo, tras la aprobación de la ley, se produjo un aumento de las demandas ante los tribunales en asuntos relacionados con el divorcio, la pensión alimenticia, la custodia y el cuidado de los hijos, presentándose más de 34.000 casos en 2022.20 Además, 513 parejas del mismo sexo se casaron en el país en marzo de 2023.21 Los grupos LGBTQI+ declararon que el acceso al matrimonio igualitario mejoró sus vidas.22 Se espera que la ley contribuya a penalizar a los maltratadores domésticos y conceda la responsabilidad parental a los abuelos, algo crucial dado que muchos padres emigran y dejan a sus hijos en el país con sus propios padres. 23

Información adicional

La nueva Constitución y el Código de Familia se aprobaron en un contexto en el que Raúl Castro llevó la liberalización económica y las reformas políticas a la isla. Fue el resultado de varios años de debate público, que comenzó en 2018, cuando el anteproyecto se debatió en consultas públicas. Además, las demandas de reconocimiento de la pluralidad de identidades de género y de relaciones afectivo-sexuales entraron en el diálogo público a través del trabajo de los activistas LGBTQI+.24

Algunos sectores advirtieron de que el nuevo código podría ampliar la intervención estatal sobre los menores, impidiéndoles salir de la isla en medio de uno de los éxodos migratorios más masivos de Cuba.25

Todas las opiniones y puntos de vista expresados en este sitio web representan exclusivamente las opiniones de los autores y de los Pathfinders for Peaceful, Just and Inclusive Societies, un programa del Centro de Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York. Las opiniones expresadas no reflejan necesariamente los puntos de vista de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental.

Referencias

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