Estas alianzas -integradas por gobiernos, organizaciones regionales e internacionales, donantes, la academia y la sociedad civil- sirven de plataformas de colaboración para impulsar un cambio sistémico eficaz y mejorar los sistemas de justicia para que sean más receptivos, inclusivos y centrados en las personas. Este blog explora las modalidades, los beneficios y los aspectos únicos de estas nuevas alianzas regionales y su papel en la promoción del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16.3, que busca promover el estado de derecho y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos. En particular, nos centraremos en la Alianza Iberoamericana para el Acceso a la Justicia y la Alianza Africana para una Justicia Centrada en las Personas, ambas auspiciadas y fundadas por los Pathfinders for Peaceful, Just and Inclusive Societies del Centro de Cooperación Internacional (CIC) de NYU.
Tipos de las alianzas regionales para una justicia centrada en las personas
Las alianzas regionales funcionan a través de diversas modalidades que permiten la participación e intervención de múltiples partes interesadas. Estas incluyen:
- Estructuras de gobernanza multipartita– Las alianzas suelen estructurarse para garantizar una participación equitativa de los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, fomentando la apropiación compartida y la rendición de cuentas.
- Intercambio de conocimientos y aprendizaje entre pares– Plataformas como foros regionales, grupos de trabajo y colaboraciones en materia de investigación ayudan a las partes interesadas a intercambiar buenas prácticas, lecciones aprendidas y soluciones innovadoras en materia de justicia, reuniendo a expertos con distintas experiencias y competencias.
- Promoción de políticas y reformas- Mediante la participación en diálogos políticos de alto nivel, las alianzas promueven reformas jurídicas e institucionales que fortalecen el acceso a la justicia.
- Financiación y movilización de recursos- Las coaliciones regionales coordinan los recursos financieros y técnicos de los donantes y cooperantes para apoyar iniciativas clave en materia de justicia.
- Desarrollo de capacidades y asistencia técnica– Las alianzas ofrecen plataformas para la formación, apoyo técnico y fortalecimiento institucional con el fin de mejorar la capacidad de los actores de la justicia a nivel nacional y local.
Beneficios de las alianzas regionales para una justicia centrada en las personas
Las alianzas regionales desempeñan un papel transformador en la reforma de la justicia de la siguiente manera:
- Mejoran la coherencia y la coordinación de las políticas: Estas alianzas crean un enfoque unificado para los desafíos de la justicia, alineando las políticas regionales y nacionales con compromisos globales como el ODS 16.3.
- Amplifican las voces de las comunidades marginadas: Al involucrar a la sociedad civil y a las organizaciones de base, estas alianzas garantizan que las iniciativas locales de justicia reflejen las necesidades y las experiencias vividas por las poblaciones marginadas.
- Fomentan la innovación y las mejores prácticas: Las colaboraciones interregionales facilitan el intercambio de estrategias innovadoras de empoderamiento jurídico, mecanismos alternativos de resolución de conflictos y soluciones de justicia potenciadas por la tecnología.
- Fortalecen la rendición de cuentas y la transparencia: Mediante el seguimiento de avances y el desarrollo de marcos de referencia, las alianzas contribuyen a que los sistemas de justicia sean más transparentes y responsables.
- Amplían el impacto y la sostenibilidad: Las alianzas regionales ayudan a ampliar los programas de justicia que han tenido éxito más allá de las fronteras nacionales, garantizando la sostenibilidad a largo plazo y la institucionalización de las reformas.
Aspectos específicos de las Alianzas Regionales de Justicia en África e Iberoamérica
En diálogo permanente con la Coalición para la Acción por la Justicia, estas alianzas trabajan para coordinar los esfuerzos del ecosistema del sector de la justicia en sus respectivas regiones para promover sinergias, así como destacar e intercambiar las mejores prácticas y los retos a los que se enfrenta el sector. El objetivo de las alianzas es amplificar los esfuerzos de los actores de la justicia en la región, promoviendo y movilizando tanto el apoyo político como el financiero.
Aunque las alianzas regionales en materia de justicia comparten objetivos comunes, su enfoque e implementación en África e Iberoamérica reflejan dinámicas y retos regionales distintos.
La Alianza Iberoamericana para el Acceso a la Justicia

En Iberoamérica, que abarca América Latina, Andorra, Portugal y España, el acceso a la justicia es una preocupación fundamental. La Alianza Iberoamericana para el Acceso a la Justicia (IBA o Alianza), creada en 2022, ha sido instrumental en la promoción de una justicia equitativa, accesible y que responda a las necesidades de las personas. Esta alianza, con sus profundas raíces lingüísticas y culturales compartidas, reúne a organizaciones regionales, a la sociedad civil y a organismos internacionales para hacer frente a los complejos retos de proveer justicia para todas y todos. Su objetivo es generar sinergias, identificar las mejores prácticas y los retos existentes, y abogar por el apoyo político y financiero necesario para fortalecer el sistema de justicia en la región.
Un elemento central de la visión de la Alianza es la idea de que la justicia debe ser inclusiva y accesible, garantizando que los sistemas de justicia no sigan siendo el dominio de unos pocos privilegiados. La Alianza ha abogado por sistemas de asistencia jurídica, mecanismos alternativos de resolución de conflictos y reformas encaminadas a crear una cultura jurídica transparente y responsable ante su población. Además, la IBA hace hincapié en la importancia del acceso a la educación y la información jurídica para garantizar que las personas comprendan sus derechos y los medios para acceder a la protección ante la ley. Para acelerar la implementación del ODS 16.3 en la región, la IBA prioriza el desarrollo de datos y evidencia, la mejora de la innovación en el sector justicia y la promoción de un marco normativo regional para el acceso a la justicia.
En 2023, la Alianza Iberoamericana publicó su primer Informe de Avances Regionales sobre el Acceso a la Justicia en Iberoamérica, un producto de colaboración con la Coalición de Acción por la Justicia. El informe presenta un resumen del estado del acceso a la justicia en la región, destacando los esfuerzos realizados por los actores regionales en el ecosistema de la justicia para mejorar el acceso a la justicia para todas y todos. Este se centra en tres áreas principales:
- Datos sobre la brecha de justicia en la región, así como los esfuerzos de innovación para intentar cerrar dicha brecha;
- Avances en el desarrollo de un marco normativo para una Convención Regional sobre Acceso a la Justicia1.
- Esfuerzos emprendidos para no dejar a nadie atrás dentro de la promesa global de la Agenda 2030, basándose en el marco normativo regional en las 100 Reglas de Brasilia.
Para 2025, la Alianza producirá dos nuevos informes. En primer lugar, se centrará en la elaboración de un informe regional sobre el estado del acceso a la justicia para niñas, niños y adolescentes (NNA), en el que se identificarán las mejores prácticas y los principales retos de la temática en la región. El informe se presentará en el V Congreso Mundial de Justicia para la Niñez, que se celebrará en junio en Madrid (España). Posteriormente, durante el segundo semestre del año, la IBA se propone realizar una evaluación regional del acceso a la justicia de las mujeres privadas de libertad, identificando las barreras estructurales y sistémicas que limitan su acceso a la justicia y perpetúan la desigualdad. Ambos informes buscan consolidar datos para informar las decisiones de política y ayudar a fortalecer los sistemas de justicia con el fin de garantizar un acceso efectivo, equitativo y centrado en las personas, promoviendo la implementación de reformas basadas en evidencia en la región.
La Alianza Africana para una Justicia Centrada en las Personas

Reconociendo la naturaleza fragmentada de los enfoques de justicia centrada en las personas en el continente, la Alianza Africana para la Justicia Centrada en las Personas (AAPCJ o Alianza), por sus siglas en inglés) se creó en 2024 para generalizar el concepto, apoyar a los actores locales y nacionales en la aplicación de políticas centradas en la justicia y fomentar una comprensión unificada de sus principios. Esto incluye contar con el empoderamiento legal para ayudar a las personas a conocer, utilizar y dar forma a la ley y aprovechar los sistemas de justicia consuetudinarios e informales para abordar las necesidades de justicia más apremiantes de las personas.
Basándose en las enseñanzas de la Alianza Iberoamericana, la AAPCJ se creó como una coalición de gran ambición integrada por organizaciones gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales que pretenden promover la comprensión y el uso de enfoques de la justicia centrados en las personas en África. Esta pretende contribuir a reducir la brecha de la justicia y fomentar la igualdad de acceso a la justicia para todas y todos mediante la promoción de una justicia centrada en las personas.
El ODS 16, que se centra en la promoción de la paz, la justicia e instituciones sólidas -lo que incluye garantizar la igualdad de acceso a la justicia, defender el Estado de Derecho y crear instituciones responsables-, coincide estrechamente con el Objetivo 11 de la Agenda 2063 de la Unión Africana, que hace hincapié en la justicia como tema central. Esta convergencia representa una valiosa oportunidad para aprovechar estos marcos y reforzarlos mutuamente. Esta alianza de diversas partes interesadas que defienden la justicia centrada en las personas pretende mejorar la colaboración y la integración entre las dos agendas de desarrollo.
La misión de la Alianza Africana es promover la igualdad de acceso a la justicia para todas y todos en África, al:
- Reducir las diferencias de conocimientos, datos, evidencia y comunicación entre las prácticas de las distintas regiones del continente y de todo el mundo.
- Fortalecer el entorno propicio para la adopción de iniciativas de justicia centradas en las personas, aunando fuerzas en torno a objetivos, prioridades y agendas compartidas y utilizando enfoques de gobierno abierto e interdisciplinarios para transformar los sistemas de justicia.
- Avanzar hacia la consecución del ODS 16 y el Objetivo 11 de la Agenda 2063, empoderando a los líderes y socios de la justicia para que desarrollen, implementen y amplíen soluciones innovadoras a los problemas de la justicia.
En 2025, la Alianza trabajará en la elaboración de un informe sobre la justicia centrada en las personas en África, participará en un intercambio regional Sur-Sur con la IBA durante el Foro Mundial de la Justicia, que se celebrará en junio en Varsovia (Polonia), y co-organizará una conferencia inaugural sobre la justicia centrada en las personas en África, que tendrá lugar en octubre.
Conclusión
Al centrarse en la cooperación regional, las alianzas regionales como la AAPCJ y la IBA permiten a los actores regionales y locales contribuir a adaptar las iniciativas de reforma de la justicia a las necesidades específicas de sus poblaciones, teniendo en cuenta las diversas realidades culturales, sociales y económicas.
Además, las alianzas regionales fomentan la colaboración entre los gobiernos, las organizaciones regionales de justicia, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, garantizando el intercambio de recursos y la difusión eficaz de los conocimientos. Proporcionan una plataforma para la incidencia política, la reforma jurídica y la búsqueda colectiva de un sistema de justicia que esté verdaderamente al servicio de las personas.
Además, estos marcos regionales sirven como motores vitales para lograr el ODS 16.3 al fomentar la colaboración, la innovación y la rendición de cuentas, ya que habilitan plataformas para intercambiar ideas y explorar nuevos métodos para mejorar el acceso a la justicia, abarcando desde la integración de la tecnología hasta el desarrollo de iniciativas de justicia dirigidas por la comunidad. En África, por ejemplo, centrarse en enfoques colectivos e integrar mecanismos de sistemas de justicia consuetudinarios e informales es clave para ampliar el acceso a la justicia. En Iberoamérica, el empoderamiento legal y la inclusión impulsan reformas judiciales de gran impacto.
A medida que estas alianzas sigan evolucionando, el compromiso político sostenido, la participación inclusiva y la movilización estratégica de recursos serán esenciales para garantizar que los sistemas de justicia sirvan realmente a todas las personas, especialmente a las más necesitadas.
[1] En 2024, los esfuerzos de la Alianza Iberoamericana se centraron en la revisión del borrador de la Convención Regional sobre Acceso a la Justicia (CIAJ), con el objetivo de sentar las bases de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre acceso a la justicia para los países miembros de la COMJIB (Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos) y otras partes interesadas. La primera Conferencia Regional, «Hacia una Convención Iberoamericana sobre Acceso a la Justicia», celebrada en Santiago de Chile, reunió los avances nacionales en materia de acceso a la justicia y contó con debates sobre las realidades regionales de ministerios, poderes judiciales, defensores públicos, sociedad civil y la academia, en los que se exploró cómo la Convención Iberoamericana podría abordar los retos de la justicia en la región.
Foto de encabezado: © Adobe Stock/freshidea.
- Representantes de los 12 miembros de la Alianza Iberoamericana participaron en el evento “Convenio Iberoamericano de Acceso a la Justicia”, convocado por la COMJIB y el Gobierno de Chile.
- Ponentes en el lanzamiento de la Alianza Africana para la Justicia Centrada en las Personas. Noviembre, 2024, Dakar, Senegal.
